Estos días de inicio de año es un buen momento para iniciar nuevos hábitos ya que nuestra esperanza está en niveles más altos. Vemos como más alcanzable aquello que deseamos. Creemos que podemos conseguir aquello que deseamos o pretendemos.

Para iniciar cualquier cambio de conducta y que ésta se convierta en un hábito se requiere:

  1. Estar motivados. Conocer la causa que nos lleva a actuar y los beneficios que podemos conseguir. Por ejemplo, quiero hacer ejercicio para realizar el Camino de Santiago.
  2. Llevar un seguimiento del hábito mediante un registro de control. En el ejemplo, anotar la frecuencia con la que salgo a andar, voy al gimnasio, mi ritmo cardíaco, etc.

Además, hay un tercer elemento que sumado al control y la motivación hará que nuestro hábito se implemente con éxito: establecer un Plan de Implementación. Definir cuándo (tiempo) y dónde vamos a actuar (lugar).

Las personas que hacen un Plan específico de dónde y cuándo van a realizar un nuevo hábito tiene más probabilidades de hacerlo con éxito.

En el ejemplo anterior, el Plan de Implementación indicaría:

  • A qué hora voy a salir a andar
  • Dónde lo voy a hacer
  • Qué días de la semana
  • Cuánto tiempo
  • Con quién lo voy a realizar

 

No siempre nos resulta obvio dónde y cuándo hay que realizar una determinada acción y esperamos el momento correcto para realizar una mejora. Sin embargo, al seguir un Plan determinado de antemano no tenemos que esperar que nos llegue la inspiración.

Muchas veces pensamos que nos falta motivación para acometer un determinado reto cuando en realidad lo que nos falta es claridad.

Ser específico con un Plan es importante para decir NO a aquellas cosas que nos saquen de nuestro proceso de mejora y de nuestros objetivos, distrayendo nuestra atención.

 

Da a tus hábitos un tiempo y un lugar para habitar en este mundo.

Una manera sencilla es completar la siguiente oración:

«Haré (CONDUCTA) a las (TIEMPO) en (LUGAR)»

También puedes relacionar tu nuevo hábito con otro que ya practicas de forma regular e iniciar una rutina de acumulación de hábitos:

«Después de  (HÁBITO ACTUAL) haré (NUEVO HÁBITO)»

Por ejemplo: «Después de quitarme los zapatos del trabajo, inmediatamente me pondré la zapatillas para hacer ejercicio»

¿Te animas?

Feliz inicio!

 

 

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